Avanza.

El vacío puede implicar soledad, ¿pero que más da? Si la soledad siempre está acompañada de tristeza y melancolía. 

De la soledad nacieron los recuerdos, aquellos momentos que grabas dentro de ti, pero... ¿es algo que se tiene o algo que se pierde? Porque cuando la melancolía te llama, es algo/alguien que has perdido. 

Cuando dejas de sonreír por tonterías y te limitas a sobrevivir por no morir. Aferrarte a un recuerdo seguirá siendo una manera de morir, de no avanzar, de encasillarte. Quieras o no, el mundo gira y los trenes se escapan. No puedes detener el mundo ni sonrías victorioso por creer que has evitado la tormenta, al final a todos nos llega la hora, nos llega el momento de sentarnos frente a nuestro otro yo y decir, "joder hasta aquí". Todos debemos discutir con nosotros mismos para poder avanzar, necesitaremos siempre gente en la que creer, pero nuestro yo interior será con quien nos disputemos los partidos más importantes. 

Nunca eches atrás a quien te ayudó, y a quien ha formado algo dentro de ti, da igual como sea el momento simplemente sigue de pie o sentado, pero sobreviviendo a la tormenta, manteniendo a las personas que dando igual el momento, quieran contar contigo. Da igual el pasado y el futuro, importa el presente. 

La calma precede siempre a la tormenta. 

Brújula rota.

No necesitas ninguna estrella para guiar tu camino. 

Tal vez sea de ilusos, tal vez los golpes sigan doliendo igual por mucho que los repitas. Que no seamos invencibles, que seamos personas. Por mucho que queramos envolvernos en papel de burbujas, las burbujas explotan. Todo acaba explotando y acabamos descubriendo que por muchas capas que nos coloquemos, que cuanto más altos sean los muros para protegernos, todo nos seguirá doliendo igual. Puede que tardemos más, pero solamente retrasamos lo inevitable. 

Cuando caes, cuando te pierdes, cuando en la noche ni la luna ilumina tu camino, cuando te encuentras sólo aún estando rodeado de multitud, cuando buscas lo que te falta entre todo el camino recorrido, cuando te encierras en ti, cuando miras pero no ves... Cuando llega el momento de perderlo todo y la oscuridad se abre paso, imponiéndose cual eclipse solar... Caes porque lo necesitas. 

Todos caemos porque lo necesitamos, no podemos ser alguien sin caer, necesitas los momentos malos para darte cuenta de los buenos, necesitas ver el fondo para saber que tienes que levantarte. 

Y cuando por fin has caído, cuando tienes el jaque-mate sobre el tablero, las fichas vuelven a recolocarse, renaces de tus propias cenizas puesto que el fuego te ha consumido. La luz vuelve a abrirse paso entre los muros de la oscuridad, vuelves a sonreír pero no te sientes igual, y es que las caídas nos ayudan a cambiar, nos hacen fuertes, nos van moldeando, el sufrimiento cambia hacia una sensación de alivio. 

Pero necesitarás más tiempo para acabar encontrándote, porque todos somos recopilaciones de sucesos. 

Sueños.

¿Tenéis algún sueño? Cumplirlo. 

Da igual cuantas vueltas os llegue a dar la vida,cuantas veces caigas al sueño rendidos, sedientos, derrotados, atolondrados sin saber seguir... Si no encuentras el norte, existe el sur. 

Cualquier camino servirá para cumplirlo, el tiempo es solo algo que corre en nuestra contra de por vida, pero el resto de variables, dependen de nosotros. Dependen de cada uno. 

Todo el mundo decide ante poner todo a su sueño, a su ideal, nadie cree en nada solamente en el símbolo del dinero, ¿acaso no es hora de cambiar? La felicidad no puede dártela el dinero, vivir durante años trabajando en algo que solamente te encierra, te agobia, y te arrastra hasta el fin.. ¿De verdad serías capaz? 

El mundo necesita sueños. Sueños que se cumplan. Sueños que las personas compitan por ellos. Necesita la verdadera sonrisa de realización, necesita que estemos en paz con nosotros y nosotros con él. Nunca diré que el camino es fácil, nadie en su sano juicio lo haría, pero si persigues tu voluntad no necesitas nada más. Ni siquiera que te apoyen, porque has de creer siempre en ti, a pesar de cualquier pronostico. En ti esta todo lo que necesitas. 

Te quiero de vuelta.

No puedo seguir más, necesito que el mundo se detenga. Que el universo me de un respiro, que pueda mirar atrás y decir "nunca más". Sería increíble poder parar el mundo cuando uno lo necesitará, ¿no? Así la prisa no te podría consumir, Necesito tomar una bocanada de aire y gritar, necesito llorar, necesito que me abraces, por una vez más, odio necesitarlo pero no creo que pueda seguir así, tener que ponerme un filtro y tener que controlarme. No poder ser yo, no poder sonreír y hacer como que nada me importa, no poder contar historias sobre dragones que perdieron su corazón. Quiero poder gritar, quiero decirle al mundo entero todo... Pero el mundo no me escucha, mi mundo se fue, chof. Mi mundo dejo de ser esa maravilla que todos los días me abrazaba sin que lo necesitará, mi mundo dejo de decir que me quería, mi mundo no quiso más besos de mi corazón, mi mundo dejo de echarme de menos como yo lo echo a él. Mi mundo se perdió con el de los demás. Y lo que queda, esa chispa que se va agotando cuando más agonizo, se va apagando rápidamente. ¿Y la solución? ¿Podrá venir a salvarme del frío? ¿Podrá volver a calentarme entre sus brazos? ¿Abrazarme y decirme "estoy aquí"? ¿Me dirá que podremos con todo? Tal vez son más bien deseos que soluciones, porque es mi voz desesperada la que habla, la que me dice que no está nada bien, la que necesita explicarse a tus ojos, esos ojos marrones que hacen que me sienta pequeña, que lo único que pido es poder decirte que te quiero. Te voy a querer siempre, te quiero como el primer día que me dí cuenta de que pensaba en ti más que en mi, como aquellos días que como hoy solo espero palabras esperanzadoras de ti. 

No me olvides, recuerdame, porque sabes donde encontrarme cuando me necesites. Porque estoy rota, y tu eres el pegamento que puede ayudarme. Sigo confiando en ti. 

Contigo pero sin ti.

Y que lo que sigo sintiendo por ti es amor. Tal vez no sea del bueno, tal vez no lo quieras... Pero es verdadero.
Sigue mi corazón latiendo la misma melodía, y es que te sigue queriendo a pesar de cualquier pronóstico.
Que sigo soñando con tus labios, que sigo sintiendo tus caricias, que sé que no encontraré otro refugio como en tus brazos.

Una legión más que menos.

Estoy tan agotada, que ya no me queda nada... Ya no tengo nada más que perder. Estoy en un punto final.
Me gustaría poder seguir hacia delante pero ¿como? La cuesta arriba es el peor camino, porque la cuesta abajo ha sido tan acelerada, que nos hemos perdido.
Si, ambos. Ninguno de los dos fuimos perfectos. Quisimos darlo todo, y nos quedamos con el prólogo más romántico empezado, pero con el final más amargo, como el café sin leche condensada. Y en ese final, cuando ya estaba todo perdido, me empeñé en seguir demostrándote que eras tú quien me obligaba a latir en los malos momentos, pero tal vez eso solo fue peor... ¿Que iba a seguir demostrando, que no hubiera demostrado ya? ¿Que iba a seguir diciéndote que tu no supieras? Repetí cada estrofa desde el principio, pero ¿que resultado obtuve? Ninguno.
Tu tan centrado en el no y seguir con tus pensamientos, y yo tan centrada en que no me vieras llorar y en el pasado.
Supongo que no soy la única que tenga un corazón roto... Hay muchas más personas como yo, pero me gusta pensar que aunque sea una pizca, el tuyo este al menos triste por perdernos.
Cada acto tiene su repercusión, lo sé, soy muy consciente de ello. Pero nunca se ha de sacar un acto de más, nunca hay que exagerarlo, no deberíamos ponernos en el lado malo. Nos centramos en palabras que nos cuentan, palabras siempre agrandadas... Que nos olvidamos.
¿Pensasté alguna vez en como tus palabras me afectarían? ¿Procuraste cuidarlas? ¿O solo te centraste en tí? ¿Te fijaste que cada palabra era un puñal y mil lágrimas a derramar? Sé que con tus decisiones también te preocupabas por mi. Por muchos problemas que uno tenga consigo, nunca hay que olvidarse de los demás. Incluso en mis malos momentos me apoyé en ti aunque ya no quisieras ser mi pilar, que aún tengo escrita nuestra última melodía que nunca será estrenada, que nunca llegará a tus oídos por mi voz. Ni yo volveré a presenciar aquellos conciertos privados que me dedicabas.
Nunca fuiste ni serás mi error, sino mi certeza.
Dije que lucharía por ti siempre que me dejaras batallar tus guerras; pero ahora podría ser como la IX legión, abandonada por Roma pero siempre fiel a ella.

Porque ya no es la ilusión pérdida lo que me duele, ya no son las promesas que ya no serán... Es la confianza y el amor quien me recorré todos los segundos y me obliga a no tirar el estandarte de mi lucha. Seremos dos cabezotas al final de la historia, pero me es difícil entenderme con las personas como me entendía contigo.

¿Que haces con el dolor?

¿Que haces cuando las paredes de casa caen sobre ti? ¿Que haces cuando ese dolor se instala en el pecho y no sabes a quien acudir? ¿Que haces cuando empieza el vacío? Y solamente te ahogas con tu propio dolor... Cuando no dejas de pensar y solamente te asfixias más, más, y más...
Cuando todo gira y tu solo sabes quedarte tumbado en la cama, cuando las lágrimas se escapan solas, cuando ni coger aire ayuda a seguir, cuando no te quedan fuerzas para seguir, cuando los días tristes se ciernen sobre ti, cuando el tiempo marchita los recuerdos... ¿Que haces? ¿Que haces cuando te falta él?