Promete.

Prométeme que tu no te iras, que te quedaras, que siempre podre
ver tus ojos al despertar, que nunca me tenga que sentir mal por
soñar contigo y tus caricias, ni tenga que echarte de menos.
Prométeme, algo que puedas cumplir y que mis oídos quieran 
escuchar, tipo a unas palabras de amor eterno, sin fin.

Recordar.

Y tal vez ya no lo recuerdes, aun que tampoco es que el tiempo haya pasado tan rápido, pero creo que tu tienes esa cualidad de olvidar por momentos sin recordar los vividos, sin pensar en que una vez me quisiste si es que tus palabras pronunciaron alguna verdad, pues ya no se si creer en tus palabras puesto que ya suenan a demasiada falsedad...  O tal vez no y no quiero reconocer que te echo de menos a cada segundo. 

Lo se, y no lo quiero reconocer.

Ya no se como diferenciar el mal del bien, y es que parece ser que las lecciones que me dio la vida antes se me han olvidado juntos los modales y eso a lo que llamar estar cuerdo.
Es difícil, lose, pero no imposible. Ando por arenas movedizas y cada vez que no intento perder los pocos caudales que tengo me va peor, me tragan, me hunden, me matan en pocos segundos y estallo, quiera o no, lo hago, y se el porque, pero no lo quiero reconocer.


Intentar matar el tiempo, cuando es eso lo que te mata, buscar un antídoto a eso que te envenena desde dentro, y es que ningún corazón es de piedra, nadie tiene la salud de un roble, ni es inmortal, nadie va solitario por la vida, pues la soledad te acompaña. 
Odio intentar matar el tiempo, pues me envenena y no tengo un antídoto a esto, y es que tal vez soy igual de frágil que un cristal, pero suerte tengo de tener a la soledad.

Camino de rosas.

Esto ya no puede ir a peor, y aun que todo empezado con un color bonito, de esos que te hacen sonreír a todas horas, y tener cara de tonta enamorada, ahora, se ha vuelto oscuro, negro, de esos que te hacen tener tristeza, de los que no ves el día de mañana, de los que te preocupan.. 
Un color feo, color de la ignorancia, del miedo, del dolor.. y es que no hay ningún camino de rosas sin espinas, por eso hay que ir con cuidado, evitando que te pinchen, intentando ir con cuidado siendo felices.
Pero aun que no hay nada imposible, eso es muy difícil.. ¿un camino sin espinas? Entonces no es un camino, es.. es una tontería.. son esas espinas las que te moldean conforme vas caminando en la vida, las que te advierten cuando ves que todo va ya mal, son ellas, las que te hacen fuerte, por mucho daño que te pueden causar...

Y es que debes seguir tu camino, y pincharte con tus propias rosas, no vivir de los daños ajenos.. Aprender por tu propia cuenta. 

Tú.

Solo quiero estar al sol, sin nada que pensar, sin nada en que preocuparme. Solo quiero estar contigo, en algún lugar olvidado, donde la claridad exista, y el miedo al fracaso sea un simple mito.
Estar contigo y poder decirte lo mucho que te quiero. Abrazarte. Oír tu voz. Pasar un millón de segundos junto a ti. Eso es lo que quiero hacer. Quiero verte, verte y abrazarte, y que por un simple segundo nada más que existamos nosotros dos.

Oscura oscuridad sin perjuicios.

Corazón que late por ti, oscura oscuridad sin perjuicios, que a la locura me sueles llevar, ¡Oh! ¡Por favor! Deja, déjame morir en paz, sin tener que sufrir más por tu culpa, déjame hacerte entender que aún que mi corazón se mueva, ya no tiene razones para seguir haciéndolo. 

Baladas del más allá.

Escucha esta mi balada, princesa de cuentos sin acabar, escucha, cuando sola estés, sin nadie a quien acudir, cuando el tiempo gris se vuelva, y ya no haya forma de caminar hacia atrás. Escucha mis palabras resurgir del más allá, escucha los latidos de este mi corazón esclavo de tu amor, y entiende, que nunca sola del todo estarás, por que esta mi balada, más cerca tuya me obliga a estar, sin remedio, me hace regresar hacia a ti, como cuando te prometí amor eterno, tan eterno como es el dulce infinito, que puede hacer que aún mi corazón sin marcha retome su camino gracias a ti, y es que, esto es una balada para hacerme regresar hacia a ti.

Buscando a el sol.

Y mientras la lluvia cae como un fino manto, el sol va desapareciendo de nuestros caminos.
Dejandolos oscuros y tenebrosos, para que al miedo le sea más fácil entrar en nuestra vida.


Bache tras bache vamos levantándonos, juntos, siguiendo hacia delante, buscando a ese sol que desapareció, dejándonos ha oscuras, aún cayendo al vació, seguiremos buscándolo, porque lo podemos encontrar en cualquiera lugar, mientras sigamos hacia delante. 

Historias con normas.

Cuéntame mil historias, de esas cuales el final sea real.
Como una mariposa volando un prado de amapolas, o mejor olvídate del final, haz que la historia nunca acabe, que por mil sucesos que ocurra, nunca se acabe, que siempre continué, y ahora sujetate a otra regla más, has que la historia trate de nosotros, y que por muchas brujas, duendes, seres horribles o caídas en picado, salgamos a flote, que nunca halla un final, si no, un continuara.