Vosotros♥

22.3.15

Contigo pero sin ti.

Y que lo que sigo sintiendo por ti es amor. Tal vez no sea del bueno, tal vez no lo quieras... Pero es verdadero.
Sigue mi corazón latiendo la misma melodía, y es que te sigue queriendo a pesar de cualquier pronóstico.
Que sigo soñando con tus labios, que sigo sintiendo tus caricias, que sé que no encontraré otro refugio como en tus brazos.

4.3.15

Una legión más que menos.

Estoy tan agotada, que ya no me queda nada... Ya no tengo nada más que perder. Estoy en un punto final.
Me gustaría poder seguir hacia delante pero ¿como? La cuesta arriba es el peor camino, porque la cuesta abajo ha sido tan acelerada, que nos hemos perdido.
Si, ambos. Ninguno de los dos fuimos perfectos. Quisimos darlo todo, y nos quedamos con el prólogo más romántico empezado, pero con el final más amargo, como el café sin leche condensada. Y en ese final, cuando ya estaba todo perdido, me empeñé en seguir demostrándote que eras tú quien me obligaba a latir en los malos momentos, pero tal vez eso solo fue peor... ¿Que iba a seguir demostrando, que no hubiera demostrado ya? ¿Que iba a seguir diciéndote que tu no supieras? Repetí cada estrofa desde el principio, pero ¿que resultado obtuve? Ninguno.
Tu tan centrado en el no y seguir con tus pensamientos, y yo tan centrada en que no me vieras llorar y en el pasado.
Supongo que no soy la única que tenga un corazón roto... Hay muchas más personas como yo, pero me gusta pensar que aunque sea una pizca, el tuyo este al menos triste por perdernos.
Cada acto tiene su repercusión, lo sé, soy muy consciente de ello. Pero nunca se ha de sacar un acto de más, nunca hay que exagerarlo, no deberíamos ponernos en el lado malo. Nos centramos en palabras que nos cuentan, palabras siempre agrandadas... Que nos olvidamos.
¿Pensasté alguna vez en como tus palabras me afectarían? ¿Procuraste cuidarlas? ¿O solo te centraste en tí? ¿Te fijaste que cada palabra era un puñal y mil lágrimas a derramar? Sé que con tus decisiones también te preocupabas por mi. Por muchos problemas que uno tenga consigo, nunca hay que olvidarse de los demás. Incluso en mis malos momentos me apoyé en ti aunque ya no quisieras ser mi pilar, que aún tengo escrita nuestra última melodía que nunca será estrenada, que nunca llegará a tus oídos por mi voz. Ni yo volveré a presenciar aquellos conciertos privados que me dedicabas.
Nunca fuiste ni serás mi error, sino mi certeza.
Dije que lucharía por ti siempre que me dejaras batallar tus guerras; pero ahora podría ser como la IX legión, abandonada por Roma pero siempre fiel a ella.

Porque ya no es la ilusión pérdida lo que me duele, ya no son las promesas que ya no serán... Es la confianza y el amor quien me recorré todos los segundos y me obliga a no tirar el estandarte de mi lucha. Seremos dos cabezotas al final de la historia, pero me es difícil entenderme con las personas como me entendía contigo.