Mentiras.

Mentiras es lo único que supo decir. Mentiras que yo me creí. Que a la larga crearon la herida que aun me duele, porque le cuesta cicatrizar. Le cuesta entender que todo acabo, que una hoja nueva apareció cuando el curso de la historia finalizo. 

No me extraña que le cueste entender la historia, es algo difícil, muchos dirían que masoca incluso; pero no es para menos, porque no es ni la primera vez ni la última que me creí todo lo que dijo, porque siempre acabo volviendo atrás pensando, ¿Que fue lo que fallo?.

He decido, que en esta hoja escribiré solamente en el encabezado la verdad, la respuesta a la pregunta y dejare las demás hojas intactas. No las arrancare por mucho que lo desee. Seguirán estando en este diario que escribo a cada segundo llamado vida, sera una forma de aprender, de no cometer los mismos fallos. De no mentirme de nuevo. 

Sin prólogos.

Mi vida no cuenta con un prologo. No es un cuento ni una historia, no os sirve como objeto de burla o de texto de comedia. 
Mi prologo es inexistencia. Tan infinito como ese ocho acostado tan famoso en vuestras vidas. 
Es un rompecabezas que perdió las piezas hace demasiado tiempo. Es como ese cubo donde tenias que hacer una cara de color, que ahora coge polvo en tu baúl porque no lo supiste resolver. 
Mi vida sin prologo es mucho más que eso, pero a vosotros os vale con saber eso.