Bienvenidos a mi pequeño mundo, donde los sentimientos fluyen a través de las palabras.
Vosotros♥
24.4.12
23.4.12
Es muy difícil decir adiós.
Por amor, siempre se hacen locuras. |
Perdóname el a verme ido y dejarte solo. Perdóname el no avisarte de que mi pasaporte caduco y me tuve que ir. Siento no a verme despedido aquella noche lluviosa de marzo, cuando dormimos juntos, de tus ojos, pero no soporto verlos llorar. Me parten el alma en mil trocitos que se dispersan para perforarme el corazón. Me hubiera gustado decirte "Adiós, no me eches de menos" , sabía que aquella noche era la ultima y no tuve el valor suficiente para enfrentarme a la verdad. Para despedirme. (Odio las despedidas.)
Es muy difícil decirle adiós a una persona que te llega a resultar tanto. Demasiado difícil. Perdóname todo los problemas que te he causado, pero, si en el fondo no me he despedido de ti, ha sido por tener una vaga esperanza de volver a verte. De volver a sonreír, junto a ti.
Es muy difícil decirle adiós a una persona que te llega a resultar tanto. Demasiado difícil. Perdóname todo los problemas que te he causado, pero, si en el fondo no me he despedido de ti, ha sido por tener una vaga esperanza de volver a verte. De volver a sonreír, junto a ti.
11.4.12
Cuando sonríes, se me cae el mundo encima.
No se que es lo que esperaba de la vida. Era tan frío como la piedra, y en el era evidente el vacío que se hallaba donde debería encontrarse su corazón. El cual latía tranquilamente, ante cualquier situación, nunca daba señal de acelerarse. Jamas.
Sus ojos nunca anhelaban fe, esperanza, o una simple ilusión, ni aprobación ni reproche ante cualquier acto; su boca, sus labios... nunca tenían expresión. Siempre neutrales, como alguien entre hinchas de varios equipos de fútbol discutiendo.
Su frialdad ante todo era de alabar, como si fuera un ángel maligno, tan inaccesible que llegaba a resultar morboso incluso.
Pero el día que sonrió, ese, fue cuando me enamore de el.
Sus ojos nunca anhelaban fe, esperanza, o una simple ilusión, ni aprobación ni reproche ante cualquier acto; su boca, sus labios... nunca tenían expresión. Siempre neutrales, como alguien entre hinchas de varios equipos de fútbol discutiendo.
Su frialdad ante todo era de alabar, como si fuera un ángel maligno, tan inaccesible que llegaba a resultar morboso incluso.
Pero el día que sonrió, ese, fue cuando me enamore de el.
6.4.12
Sentimientos.
Te quiero. No se que más pides de mi (O que más necesitas). Pero es la única verdad. Te quiero. Por que cada frase tuya es distinta a cualquier otra, tienes una vista del mundo más amplia que la de los demás. Eres tú. Tal vez sea eso lo que más me encanta de ti. Que eres tu mismo, que no vas imitando a los demás, y que deberían de ser ellos los que te imitaran, que no te crees el ombligo del mundo por mucho que pase.
Contigo las palabras no me salen, y es que es difícil escoger de que hablar cuando una se pierde en si, contemplándote, como si fueras la torre eiffel de París.
Contigo las palabras no me salen, y es que es difícil escoger de que hablar cuando una se pierde en si, contemplándote, como si fueras la torre eiffel de París.
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