Hace mucho tiempo que deje de escribir, y de alguna forma, de usar la palabra para sincerarme y para seros sinceros. Últimamente solo he escrito para una persona, y aun que no me arrepiento de ello, algo de mi me dice que no tenia que haber dejado de escribir y de desahogarme hacia el exterior. Digamos que nunca hay que fallarse a uno mismo, y yo me he fallado.
Me debato en un momento muy duro, por definirlo en una palabra. Mi momento, es mi vida. Estoy cabreada conmigo misma. Siempre he sido una persona que se ha dejado llevar por las emociones de los demás, y que es un libro abierto. Cambio mucho de personalidad por eso, la verdad es que mi personalidad es mostrar al mundo como me siento realmente sin darme cuenta de ello. Soy una persona que ama sonreír, pero también alguien que se agobia, se derrumba, alguien que siempre llora,.. No se como definirlo, porque yo sigo sintiéndome, pues eso, yo misma. Porque soy así y no hay manera de cambiarlo. Pero siendo yo veo que mi comportamiento afecta cosas que no estoy dispuesta a perder. Es así cuando empieza mi enfado. Solo quiero ayudar a los demás a que estén bien, pero no me doy cuenta de que no puedo ayudarlos si yo no estoy bien.
Estoy frustrada, he acabado una época de exámenes que se me ha hecho muy cuesta arriba, y el problema no ha sido de las diferentes materias (que por ser de segundo de bachillerato tienen su complejidad), el problema ha sido mi entorno. No me mal interpretéis, los pocos amigos que tengo son un sol, y me han demostrado mucho en estos meses. Los conocidos no tanto, son conocidos, y si fallan no me preocupo, en el fondo se que yo tampoco estaré para ellos. También he visto que estoy enormemente enamorada del chico perfecto, ahora me diréis que el chico perfecto no existe, pues dejarme deciros una cosa, si existe. Existe cuando lo ves sonreír y te saca una sonrisa, existe cuando tu mundo gira sobre el, cuando tu vida está rodeada de mariposas y arco-iris, pero aun que el amor siempre está ahí, no quiere decir que el arco-iris desaparezca, la vida es un cumulo de cosas que van y vienen, y cuando estás en una relación, comprendes que ya no solo son tus cosas, son vuestras cosas. Ves que si él está mal, tu estás mal. Si él tiene problemas, tu también. Entiendes que estás tan unida a esa persona, que aun que no quieras su estado de humor afecta al tuyo aunque te veas bien. Que te comportaras como una rara, que dejaras de ser tu para ser el vosotros. Y es que así es el amor, el amor es puro sacrificio. Nadie aguantaría sin amor. Y en el fondo, el amor no se desgasta, siempre hay amor, pero se transforma. No podemos estar a los 8 meses o a los tres años como estábamos en los primeros días de la relación, en ese tiempo las mariposas se han calmado aunque siguen estando, Y suceden todas clases de momentos, altibajos que por uno muy mal este, juntos se acaban superando. El amor es unidad. Es locura. Es aguantar lo inaguantable. El amor es sonreír y felicidad, y otras veces es llanto y tristeza. El amor tiene muchas caras pero un mal momento, una mala impresión, no nos debe parar. Hay que luchar por lo que uno ama y valora. En esta vida hay ganadores y vencidos, y si no lo intentas siempre seras un vencido. Luchar, estar al pie del cañón por tu ser amado, hacer todo lo posible porque esté bien, querer ayudarlo... Y hay está otro de los problemas, tal vez te equivoques en la decisión que has tomado para ayudarlo, no digo que no lo ayudéis, me refiero a que eligiendo una cosa para hacerlo sentir mejor te equivoques y lo empeores todo, aunque sea con tu mejor intención. Eso si que es amor, porque veréis, aunque te has equivocado, lo has intentado, en realidad no has fallado, has estado ahí intentando ayudar. Vale si, has cometido un error, o dos, o tres, o cuatros... Pero todos cometemos errores, y aprendemos de ellos la mayoría de veces.
También veo que nunca hay que hablar desde la creencia. Veréis, imaginar o pensar no es lo mismo que saber. Hay que asegurarse del saber. Y si de veras amas a una persona confías en ella, y aunque imagines. confías. Está bien que no queráis perderla, pero escucharme, la desconfianza es muchas veces el primer paso para ello. Decir cosas cuando uno esta con la sangre al rojo vivo, sin ver mas allá de su nariz, ese es otro problema, y aun que eso ocurra, siempre el otro tiene que respirar y decir "Vale, cálmate", hay que recordar todo lo que sientes y decirte "no voy a dejar que se vaya de mi lado". Es egoísmo puro y duro, me comentareis muchos, pues si, si que lo es. El amor también es egoísmo. Nunca alejéis a una persona, que aun estando mal, lo da todo por vosotros, que aun que le tires una bomba siga en pie, a tu lado, diciendo "no pasa nada, es pasado". Que queréis que os diga, esa persona a mi entender, os ama de verdad. Nadie por interés aguantaría bombas, metrallas, destrucción... En realidad, nadie lo haría, excepto los locos. Porque como ya os he dicho, el amor es locura.
Más que cabreada conmigo misma (que lo estoy), es tristeza. Y es que me siento triste. Me siento horriblemente mal, pero en vez de acostarme en la cama y ponerme a llorar como hago, hoy he preferido aguantar las lagrimas, y desahogarme, escribir lo que pienso y lo que entiendo por amor. He querido dejar un poco de mi aquí, y según a mi parecer, a orientaros. Porque la gente necesita comprender lo que no entiende... Somos seres racionales. Pero la razón no ha de entrometerse en el amor. Ni las bromas. El amor es algo serio, puro, verdadero, sincero. Es que tu corazón palpite a mil por segundo cuando ese alguien te abraza y te dice "te quiero". Es sentir lo que yo siento, es verme influencia por él, es amarlo a pesar de todo. Es querer estar con el, ocurra lo que ocurra.
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