A veces pensamos que cuando más acabados estamos, cuando más hundidos nos encontramos, no hay salida. No hay un lugar para nosotros, y las lagrimas suelen llenar nuestra habitación sin más causa.
Solemos decirnos que todo mejorara, pero aún así seguimos llorando, y no hacemos nada por evitarlo.
Merece la pena sonreír, sea por lo que sea. |
Es horrible no intentar sonreír más sobretodo en los malos momentos, ya que son los que más sonrisas necesitan.
No valen excusas tontas para decir que no a una sonrisa, ya que ellas son el camino a una salida que tu debes crear, no esperar.
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